171210 / Laura Almodóvar
Así apuntaba Alfonso Armada, periodista de ABC y creador de la revista digital FronteraD, en la conferencia que ofreció en la Universidad Miguel Hernández el pasado mes de Noviembre.
Un buen periodista es aquél que cada día descubre un mundo nuevo. La curiosidad, la humildad y el respeto forman parte del “pack periodista".
¿Quién no ha oído hablar del rechazo hacia ser correas de transmisión? Probablemente nadie. El periodista, como reportero, como expositor de la información, debe saber diluirse entre la población, investigar todo cuanto ve y no quedarse en el hotel esperando que la noticia venga por sí misma.
Debe mantenerse alerta ante la tentación de expresarse como protagonista de la noticia. Pero cuidado, eso no quiere decir que no se involucre en los hechos, sino no mostrarse eje de la noticia.
Un modelo de periodista de guerra sería John Hersey, escritor de Hiroshima, quien supo narrar manteniéndose al margen. Desgraciadamente, no siempre es así. No somos conscientes de que la palabra escrita puede cambiar la realidad. Los medios olvidan su verdadero papel en la sociedad y lo sustituyen por el espectáculo. Traman todo tipo de estrategias que acaban teniendo más que ver con dicho espectáculo que con la propia información.
Testigo del atentado contra las Torres Gemelas, Armada relató, con total cercanía, su experiencia, sus sentimientos aquél 11 de Septiembre de 2001.
Recalcó cómo las cámaras provocan efectos agresivos en el público, la fuerza de las imágenes ante las catástrofes y la importancia de su contextualización por parte del periodista. Desafíos y retos que encontramos en su último libro: Diccionario de Nueva York.
Laura Almodóvar
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